martes, 8 de abril de 2008

Poesia (III)

EL CAMINO EMPEDRADO

Lujurioso verano de alcobas
coitos interrumpidos,
fuertes fragancias
y noches deshidratadas.
Sabanas empapadas,
nervios a flor de piel,
carreras a ciegas
en cuerpos impregnados de arena.
Agosto siempre infernal
cargado de larga espera,
¡Ay septiembre crucial!
ávida de lumbre la llama espera.
Junto al camino empedrado
busco el río de la vida,
sin que mis ojos heridos
vislumbren el haz que me lleva.
El quejido del viejo chopo
me habla del vengativo frío,
viendo como sus hojas mustias,
vuelan añorando el pasado estío.


PARENTESIS

Agitado y sudoroso
me despierto en sueños,
recordando viejos anhelos,
borrosos paisajes
y perdidos sollozos.
Estriadas marcas
vislumbran en mi rostro
sucesos pasados
en paréntesis de sopor.
Ya no sueño,
ahora descanso regocijándome
como un niño, desconocedor
del destino que le espera.