lunes, 1 de junio de 2009

Rafa


Ayer me senté frente a la tele como muchos domingos para ver y disfrutar del tenis, el protagonista suele ser siempre el mismo: Rafa Nadal. Pero ayer pasó algo inusual, el hombre de hierro, número uno del mundo, capaz de remontar enésimas bolas de partido, ganador con piernas de velocista y brazo de acero, falló. Es humano y como suelen decir, una mala tarde la tiene cualquiera. El nombre del compañero contra el que perdió es lo de menos, a Rafa no lo vi fino, pero es grande, único, buena gente y un ejemplo a seguir, no puedo decir lo mismo del público de Roland Garros, los franceses sólo reconocen la genialidad si viene de algún compatriota, a los campeones se les ningunea y se les silva, envidia quizás? y una falta de respeto, si pensamos que Nadal es el rey de Roland Garros.