martes, 15 de mayo de 2012

Disfrutando Ainsa (Quedada Zona Zero)

VIERNES
Otro año más he vuelto al paraíso. El Pirineo me queda lejos para un fin de semana, pero si eres un destalentao y te juntas con una banda como la que me he encontrado allí arriba, puedes saciarte bien. Llegamos el viernes sobre las 14:30 con 33º C que en el Levante no es ná, pero en el Pirineo los lagartos iban con cantimplora, como contraste, el macizo central estaba cubierto de nieve. Nada mas llegar y tras los saludos, con Toni (metido en un proyecto muy interesante) Pablo, MN, Flores Pepe y señora y Manolico  (buenas naranjas que nos acompañaron todo el fin de semana) nos hincamos un menú muy completo en El callizo  restaurante innovador y recomendado por Michelín, con platos y sobre todo poste, sorprendentes. Todo ello regado con un (4) excelente Somontano, no podía ser otro estando en el Sobrarbe. La tarde se alargó y cayó algún destilado más, el problema era que por la noche teníamos nocturna. Después del madrugón y los efluvios etílicos no estaba yo para muchas nocturnas...y menos en bici. Pero como la vida son tres risas, me puse el traje de faena, encendí los focos del chinorri y para Partara. La ruta era "colta pero golda" costarrón por pista nada mas salir que casi me hace echar el galipote, menos mal que paramos al inicio del sendero que sube a Partara. Viendo mi lamentable estado, decido tirar delante en solitario, a sabiendas que el pelotón me cogería. Aun así no me cogieron, era mi primera nocturna y el sendero de subida, ratonero y espectacular, hizo que me relajara y me encontrara ya mejor, lo que unido a la soledad y el silencio del bosque convirtió mi momento "que cojones hago yo aquí de noche y sólo en medio de la nada que me va a salir un lobo" en mi minuto de gloria. La bajada posterior, ya acompañado, muy gustosa con el añadido de la noche y los focos.
Bocata en el pueblo y a dormir que mañana toca Pirenaica.

SÁBADO
Con el cuerpo algo revuelto, y huyendo del calor asfixiante nos levantamos para emprender una abarcanda buena más al Norte. Estábamos entre la Balsa de la Mora y el Canal del Cinca (4 x 1). La primera la descartamos por nieve y lo que es peor, barro por le deshielo. Finalmente nos desplazamos hasta Bielsa (a 10 kms de Francia) dejando un coche en el Hospital de Tella y otro el en Valle de Pineta, por cierto espectacular paraje. La ruta, tremenda, preciosa pero peligrosa, con muchos pasos aéreos donde hay que tener buena cabeza y muchos reflejos, empecé con algo de miedo peor fui cogiendo confianza y disfrutando sensaciones. Llegamos a Tella a las 3 de la tarde sin comer y con el bar cerrado. Tras refugiarnos en una capilla y caer un buen chaparrón, con las fuerzas algo justas, el grupo se dividió en dos, unos bajamos al Hospital y otros alargaron un poco más la ruta, los que llegamos primero tuvimos la suerte de comer algo caliente. Por la noche hubo cena multitudinaria en el pabellón.


DOMINGO
Aún hubo tiempo el domingo para cerrar el magnifico fin de semana en Ainsa con una ruta clásica pero no por ello menos divertida por Peñas bajas con subida la pueblo de Oncins en la falda de la majestuosa Peña Montañesa y bajada a cascoporro hasta Ainsa. Con buen ritmo, la despachamos en tres horas, ducha, preparar el ato, despedidas y para casa que es todo cuesta abajo.  ¡¡Que grande el Montalban¡¡