miércoles, 18 de junio de 2008

CINE


Pero del bueno, aún recuerdo mi época de cinéfilo……….. allá por el 92/93 haciendo la mili en Cartagena me iba yo solo todos los miércoles al cine, algún compañero pensaba que yo era gaylo, no me extraña: mientras ellos se emborrachaban de cazalla, yo lo hacia de pelis subtituladas. Y me acuerdo, porque allí, en el Festival de Cine cartagenero tuve la fortuna de deleitarme con una de las películas más intensas que he visto: Un lugar en el mundo de Adolfo Aristarain (director también de Martin Hache), los argentinos tiene en la palabra una forma de emocionar, sus diálogos suelen ser brillantes, convincentes a veces. La película es CINE con mayúsculas, nada de artificios. Un geólogo llega a un pueblecito de Argentina para hacer un estudio de viabilidad para una petrolera. Ahora que está tan de moda el tema del cambio climático a la subida del petróleo sería un buen momento para volver a ver este canto de esperanza y de derrota.
Y hablando de conmover y de películas sin artificios, la semana pasada en La Dos de TVE (no podría ser otra) pude ver El último cazador, impresionante peli-documental de una utopía: La actual subsistencia de un trampero en la Montañas Rocosas junto con una mujer india y una jauría de perros de tiro.
Para el que no las haya visto, recomiendo ambas, y para el que las haya visto que os parecen?.