jueves, 31 de mayo de 2012

Esto se va al carajo



Llevo tiempo sin escribir sobre el disparate nacional, por darle algún calificativo, será por causa del hastío y últimamente me dedico más a montar en bici.
Esto se va al carajo, como dice mi amigo Kele, "lo peor que te puede ocurrir es que te tengas ganas, y España se lo ha ganado a pulso". Cómo pretendemos que desde fuera nos dejen fresh money o pasta gansa, cuando estamos dando un claro ejemplo de malversación, fraude y opacidad en nuestras cuentas y encima no sólo no somos capaces de depurar responsabilidad a los saqueadores, sino que además éstos se forran. Normal, el BCE ha dicho "¡estáis tontos o qué¡...no os vamos a prestar dinero". Europa nos dice que debemos esforzarnos más, pero hace falta cambiar muchas cosas, no sólo hacer recortes, hace falta un cambio de mentalidad y sobre todo de moralidad y eso aquí en este país de pandereta y fútbol, es jodido. Mariano Rajoy no ha tenido la suficiente valentía de coger el toro por los cuernos, se siguen pagando verdaderos disparates a consejeros de entidades bancarias que deberían estar en la cárcel y la llave tirada al fondo del mar, existe un claro pacto entre PSOE y PP de no agresión, y la casa sigue sin barrer. El PP está llevado a cabo una política de recortes, por no decir de quitas, que están afectado sobre todo a la gente trabajadora, la que quede, pero no tiene el arrojo de anular esa maraña de chupadores de fondos públicos, sindicatos, liberados sindicales, asesores varios mientras el país se desangra y seguimos con con empresas y televisiones publicas, ongs de amiguitos, fastos subvencionados, aeropuertos fantasmas, ciudades de la luz a oscuras y un ejercito de vividores que lo hacen a costa de los demás.
En el año 1957, la escritora Ayn Rand escribió: Cuando compruebe que el dinero fluye no hacia quienes trafican con bienes, sino con favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y la influencia política y no por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino que, son ellos quienes están protegidos contra usted; cuando repare en que la corrupción es recompensada y la honradez es un auto-sacrificio, entonces la sociedad estará condenada.