Todos tenemos amigos, unos mejores y otros peores, los de “toda la vida” aunque no los veas sabes que están ahí, para lo bueno y para lo malo. Hay otros que no son de toda la vida, pero los conoces por afinidad y con algunos enseguida se crea un química especial.
Por fortuna gracias al deporte (MTB) y a la tecnología (Internet) soy forero de una comunidad bicicleteril en la red (foromtb) donde he hecho amigos de esos de raticos y que vas viendo de vez en cuando, pero con momentos llenos de emociones salpicados de salidas en bici quedadas por casi toda la geografía española y risas muchas risas, conociendo verdaderos paraísos para la práctica de la bici de montaña, pero sobre todo conociendo personas con un corazón tan grande como esas montañas.
Una forma de recordar esos momentos es compartiendo las crónicas de dichas experiencias y para eso existen artista de la palabra. Como muestra y con su permiso, dos ejemplos sacados del blog de uno de ellos (mi amigo Manolico) no tiene desperdicio:
1º La pájara, ésta la he sufrido yo en mis carnes
2º El chupa, ese día no estuve, pero sí muchos otros.
