lunes, 15 de junio de 2009

El día que cambié el MTB por el barranquismo

En la linea de salida (Pic de Cubil 2.300 metros) antes de la gran explosión
Servidora en accion en la manga de entrenos (fotos de la organización) Flores arreglando un pinchazo en la salida Gary en la parrilla de salida de su serie, 100 metros más adelante un francés se lo llevó por delante
Llegamos el viernes al pais de los Pirineos, nos instalamos en un Hotel a pie del telecabina y subimos para dar tiempo a hacer una bajada de lo que iba a ser la prueba: Maxiavalanche. En un principio el terreno estaba decente, despues ya no, la carrera partía a 2.300 metros de altura con una primera parte rápida, una intermedia más lenta de pedaleo por senda y una última infartante con un desnivel considerable y alguna trampa. Las sensaciones no eran buenas y tenía que parar a tomar aliento. El sábado madrugamos para volver a hacer una bajada por libre, comer algo y hacer la bajada clasificatoria, yo salía a las 15:30. Salí de los últimos de mi serie por culpa del dorsal, aún así en la salida me abrí a la izquierda, solté frenos y conseguí adelantar a varios corredores, la Dune iba de maravilla, depues el circuito se estrechaba, se hacían tapones y era dificil adelantar, en la parte intermedia de enduro volví a a pasar a 4 o 5 más, las pulsaciones iban a mil, fui hidratándome para no fallar en la última parte, las sensaciones eran buenas, iba sólo, me veía con confianza y llevaba un buen ritmo, pero en la parte final, la más técnica me fallaron las fuerzas y los frenos, me dejé ir..........en la última curva, increible, la cabeza decía adelante no te pares, estás llegando, pero mis brazos no respondían, a 150 metros de meta en un horquilla a izquierda donde había que frenar y meter la rueda, no conseguí frenar, se me fue la bici, clavé y salté por encima, el problema es que había un barranco que no permitia mucho juego y yo no llevaba paracaidas, caí unos 4 metros dando volteretas hasta que unos arboles y piedras me pararon, estuve unos segundos medio atontao hasta que alguien me tocó por la espalda hablándome en frances y se ofreció para subirme hasta la curva donde se había quedado la bici, ufffff me dolía todo. Me preguntaron como estaba: ok, nada roto pero las rodillas me hervían, llegué a meta con un buen tiempo para mi nivel pese a la caida: 35 minutos. Menos mal que iba bien protegido porque el vuelo fue brutal. Me fuí al hotel porque veía que de un momento a otro me iba a quedar cojo. Me puse hielo y el doctor Flores me hizo un chequeo de la rodilla: nada roto, como mucho un pequeño esguince y una fuerte contusión, me las vendó y pastillaca al canto. Ayer me levanté con el mapa de Portugal en las dos piernas y aunque me dolía menos, decidí no correr para evitar males mayores, mis compañeros sí lo hicieron y recibieron de lo lindo.