
Servidora en accion en la manga de entrenos (fotos de la organización)


Llegamos el viernes al pais de los Pirineos, nos instalamos en un Hotel a pie del telecabina y subimos para dar tiempo a hacer una bajada de lo que iba a ser la prueba: Maxiavalanche. En un principio el terreno estaba decente, despues ya no, la carrera partía a 2.300 metros de altura con una primera parte rápida, una intermedia más lenta de pedaleo por senda y una última infartante con un desnivel considerable y alguna trampa. Las sensaciones no eran buenas y tenía que parar a tomar aliento. El sábado madrugamos para volver a hacer una bajada por libre, comer algo y hacer la bajada clasificatoria, yo salía a las 15:30. Salí de los últimos de mi serie por culpa del dorsal, aún así en la salida me abrí a la izquierda, solté frenos y conseguí adelantar a varios corredores, la Dune iba de maravilla, depues el circuito se estrechaba, se hacían tapones y era dificil adelantar, en la parte intermedia de enduro volví a a pasar a 4 o 5 más, las pulsaciones iban a mil, fui hidratándome para no fallar en la última parte, las sensaciones eran buenas, iba sólo, me veía con confianza y llevaba un buen ritmo, pero en la parte final, la más técnica me fallaron las fuerzas y los frenos, me dejé ir..........en la última curva, increible, la cabeza decía adelante no te pares, estás llegando, pero mis brazos no respondían, a 150 metros de meta en un horquilla a izquierda donde había que frenar y meter la rueda, no conseguí frenar, se me fue la bici, clavé y salté por encima, el problema es que había un barranco que no permitia mucho juego y yo no llevaba paracaidas, caí unos 4 metros dando volteretas hasta que unos arboles y piedras me pararon, estuve unos segundos medio atontao hasta que alguien me tocó por la espalda hablándome en frances y se ofreció para subirme hasta la curva donde se había quedado la bici, ufffff me dolía todo. Me preguntaron como estaba: ok, nada roto pero las rodillas me hervían, llegué a meta con un buen tiempo para mi nivel pese a la caida: 35 minutos. Menos mal que iba bien protegido porque el vuelo fue brutal. Me fuí al hotel porque veía que de un momento a otro me iba a quedar cojo. Me puse hielo y el doctor Flores me hizo un chequeo de la rodilla: nada roto, como mucho un pequeño esguince y una fuerte contusión, me las vendó y pastillaca al canto. Ayer me levanté con el mapa de Portugal en las dos piernas y aunque me dolía menos, decidí no correr para evitar males mayores, mis compañeros sí lo hicieron y recibieron de lo lindo.