jueves, 27 de noviembre de 2008
Correo tintineo
Leyendo un reportaje sobre USA y los Ninjas, me llamó la atención el término “Jingle mail” o correo tintineo en Arameo. La expresión se utiliza para describir las cartas que están llegando a los Bancos con las llaves de las casas dentro (de ahí el tintineo) porque el propietario no puede hacer frente a la hipoteca y simplemente recoge los bártulos, se va de casa y devuelve las llaves de la vivienda al Banco (me imagino que así evita más gastos).
La situación puede parecer cómica...para el cartero en todo caso; pero trágica para el remitente.
No se como está la Legislación Hipotecaria en USA, como suelo hacer lo extrapolo aquí.
En España, esta situación, dentro de la desdicha para la familia que pierde su hogar, se agravaría aún más si nos ejecuta el Banco y la Responsabilidad Hipotecaria por impago de dicho inmueble (tenemos que leer la Escritura), excediera del precio pagado por un tercero en subasta por dicha vivienda (si es que alguien puja, que como está la cosa, va a ser que no) por lo que nuestro "querido" Banco podría ir contra el resto de bienes presentes o futuros del hipotecado. ¿Que os parece? A mi que el pez grande se come hasta la raspa.
Afortunadamente, los Bancos aguantan la ejecución porque están peor que nosotros y no quieren casas simplemente porque nadie las compra.
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4 comentarios:
Santo cielo, después de leer este supuesto que planteas a uno le entran las cagaleras de la muerte. Espero no tener nunca que verme en esa situación, no se la deseo a casi nadie.
No sabes la gente que ha venido a mi despacho con cara de susto porque creian que una vez embargado el inmueble ya no debian nada al banco.
Donde las dan las toman.
Me han comentado ya dos directores de banco que algo que parece que ha pasado bastante. Se concedieron hipotecas a inmigrantes hace unos años con tasación por encima del valor del piso, y estos lo que hacían era: con lo que les daba el banco pagaban el piso y, con la diferencia, se volvían a su país. De hecho, esa diferencia era más de lo que hubieran podido ganar en España en muchos años.
Ahora, vete a buscarlos a que paguen la diferencia.
Hay quien lo llama efecto sonajero en castellano.
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